Una joven reconoció su presencia en el acto después de que le enseñasen unas fotografías

Miércoles 24 de diciembre de 2008

A Coruña / Metro
Defensores del gallego se niegan a declarar sobre la protesta del Obelisco
Una joven reconoció su presencia en el acto después de que le enseñasen unas fotografías
 
REDACCIÓN | A CORUÑA Algunos de los defensores del gallego acusados de reventar una protesta organizada por la Mesa por la Libertad Lingüística en el Obelisco se negaron ayer a declarar ante la magistrada del Juzgado de Instrucción número 7 de A Coruña. Dos de las jóvenes identificadas por la Policía Nacional durante la manifestación rehusaron contestar a las preguntas que les formularon.

La acusación particular solicitó al Juzgado de Instrucción que en la investigación que lleva a cabo llamase a declarar a cinco asociaciones para conocer cuál fue su participación en los hechos, pero las personas que fueron citadas ayer como representantes legales de las asociaciones implicadas -Briga, Xacarandaina, Arestora, Atreu y Alexandre Bóveda- no ocupan tales puestos.

El nombre de todos los colectivos fue pronunciado en una entrevista por una de las supuestas participantes en la protesta contra los defensores de la libertad lingüística. La joven declaró ayer y, aunque en principio negó su participación en el acto, finalmente reconoció que estuvo allí porque le mostraron fotografías en las que aparecía gritando y tocando la pandereta.

Un pequeño grupo de miembros de las asociaciones que fueron citadas a declarar se concentró en las puertas del edificio de Nuevos Juzgados. Los defensores del gallego negaron su participación en los hechos, sucedidos el pasado 8 de febrero. La juez encontró indicios de delito en la actitud de los galleguistas, ya que los miembros de la Mesa por la Libertad Lingüística tenían autorización de la Delegación del Gobierno para manifestarse, algo de lo que carecían las personas que reventaron la protesta. Algunos participantes en la contramanifestación declararon que la convocatoria se hizo a través del envío de mensajes de texto entre móviles.

Uno de los defensores del gallego está imputado porque uno de los asistentes a la concentración lo reconoció como la persona que lo golpeó y le produjo unas lesiones que acreditó con un parte médico.